Sin categoría

Hay una cosa que tenemos que tener clara: el ser humano está hecho para moverse.  Desde que nacemos, el movimiento forma parte de nuestra vida. Hasta alcanzar la edad adulta, nuestros huesos y músculos van creciendo, se hacen más fuertes, más resistentes para poder enfrentarnos a nuevo y complicados retos. En la etapa de la niñez nos encanta experimentar, buscar los límites de nuestro cuerpo corriendo, saltando, y realizando todo tipo de juegos motores. Pero cuando nos convertimos en adultos nuestros hábitos cambian y tendemos a ser más sedentarios. En esta etapa pensamos que el cuerpo es una especie de máquina que se va